Assemblage #15. Bienal de la imagen tangible

El ensamblaje #15 de Julio se inscribe en el programa de la Bienal de la imagen tangible, un festival en el que se exploran las nuevas prácticas de la fotografía en diferentes espacios de exposición de París. Julio presenta el trabajo de Laure Tiberghien y Victoria Ahrens.

Tras el cambio radical provocado por la transición de lo analógico a lo digital, algunos artistas sienten la necesidad de confiar en los parámetros físicos de la producción, la exposición o la reproducción de la imagen fotográfica. Exploran sus fronteras para encontrar una consistencia que la distinga de los caudales de imágenes virtuales.

Laure Tiberghien produce obras únicas sin negativos ni cámaras. La imagen es creada por la intervención directa de la luz y el tiempo sobre el papel fotográfico. Cuando la luz ha tocado el papel, la sensibilidad y la química del papel producen a veces reacciones inesperadas y provocan una mutación permanente de la imagen. Esto sólo es posible a partir de la fotografía analógica, que produce objetos únicos que actúan como sensores del paso del tiempo a través de una escritura de luz. En algunas imágenes trabaja sobre papel citrato (esto es un papel con ennegrecimiento directo) cuyo color rojo cambia según el grado de exposición. Los componentes de laboratorio, como las pinzas de sujeción de papel, son a veces reconocibles y dejan su huella en la superficie sensible a una escala real.

Lo que vemos es el resultado del coeficiente de tiempo-movimiento. El movimiento se aísla sobre el papel como un trazo luminoso gracias a las gelatinas de color. Las fotografías se revelan poco a poco como una piel que se expone al sol. La luz en movimiento parece ser uno de los temas de estas imágenes. Laure los modela dando forma a un espacio «foto-sensible».

Victoria Ahrens se interesa en la materialidad de los fragmentos fotográficos, y expora su multiplicación y su despliegue en el espacio. Realiza fotograbados híbridos y esculturas fotográficas a partir de imágenes de espacios lejanos donde se entrecruzan el mito, la historia y la memoria. En el proyecto El Lugar Perfecto, estas piezas fotográficas evocan nuestra relación con lo sublime del paisaje (el Altiplano de los Andes). Reimagina estos espacios, a menudo vistos a través de pantallas, cuestionando los límites de la tecnología digital y la pérdida de información inducida por la entropía y la pixelación de las imágenes. Transforma la superficie plana del soporte digital en un objeto táctil más acorde con las prácticas de la imprenta y la impresión de las primeras fotografías de ilustración.

Busca una resonancia afectiva y la sensación de lo hecho a mano, donde el tacto y la trama emergen en la superficie de la imagen como forma de resistencia y respuesta a los discursos de aceleración y reproducción masiva.

Este nuevo Ensamblaje propuesto por Julio ofrece una mirada sobre esta práctica artística contemporánea que busca fortalecer la materialidad de la fotografía y expandir el alcance de su disciplina.

Texto del comunicado de prensa. Traducción de Lupita 

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