Assemblage#17 – Proustien et dans le déni (shamanic nouveau)

«Proustiano y en la negación, Chamánico nuevo» es una obra conjunta que surge de un diálogo entre Liv Schulman y Andrés Aizicovich a partir de whatsapp desde 2015, Liv viviendo en Francia y Andrés en Buenos Aires. Ambos mantienen una larga conversación en la que comentan su estado diario formulando preguntas y respuestas mediante pares de adjetivos. Uno se pregunta: «¿Cómo te sientes hoy, protocolario y presbiteriano o proustiano y en negación?» El otro responde según el mismo principio.

Así se compone una avalancha de términos asociados de dos en dos. Cada nueva asociación de palabras crea un concepto nuevo e inédito. Cada palabra confiere energía a la otra. Este juego ha dado lugar a una larga lista, con la que sienten el deseo de escribir un libro.

En este caso, han optado por trabajar la oralidad introduciendo en la obra la temporalidad del habla de cara a cara. La creación de personajes hablantes se les impuso naturalmente para materializar este diálogo. Los personajes usan el dispositivo del ventrílocuo. Un muñeco habla a través de sus voces. Es una versión transformada de sí mismos que está habitada por su verdadero diálogo. La interfase electrónica reemplaza los conocimientos del ventrílocuo. En este talk show, ambientado en una especie de plató de cine, los personajes reproducen en dúo los textos que surgieron de la conversación entre los dos artistas. Expresan oralmente la naturaleza ridícula de la condición humana, las equivalencias emocionales, los estados de autohumillación. A través de este juego, los autores se duplican en personajes que podrían, a su vez, tener una marioneta a pequeña escala a la que dar su voz. Un rompecabezas chino………

No es la primera vez que Liv y Andrés se enfrentan con palabras. Ambos forman parte del consejo editorial de «El flasherito», un fanzine de gran formato realizado por artistas (les gusta decir que es el único periódico en papel de este formato que aún existe en Argentina). Liv hace películas a partir de extensos guiones con diálogos y monólogos. Sus personajes, en un ensayo teñido de absurdo, exploran conceptos relacionados con el control y el poder. Ellos toman prestados métodos y términos del psicoanálisis y del discurso filosófico. Liv ha publicado dos libros basados en los diálogos de sus películas: «El camino del control» y «El método Kovensky». Andrés trabaja sobre las diferentes formas de comunicación, a través de dispositivos que a veces se convierten en el soporte del performance colaborativo.

En los espectáculos de ventrílocuo, la voz distorsionada del títere permite decir cosas que son imposibles de decir con la voz normal de su manipulador. El chamanismo también utiliza voces transformadas, un cuerpo animado por otro espíritu, para expresar cosas que son del orden de otra realidad.

Liv y Andrés nos invitan a escuchar como espectadores otros conceptos. Hay que decirlo necesariamente de un intermediario que se presenta en su «rareza» (en el sentido de extraño, sorprendente), pero que demuestra ser capaz de expresar lo que se necesita para entender el mundo de manera diferente.