Cartografías Líquidas

Artistas:

Elena Lavellés, Edgardo Aragón (Oaxaca, 1985), Miguel Fernández de Castro (Sonora, 1986), Maider López, Morelos León Celis (Huajuapan de León, 1981), Ana Roldán (Ciudad de México, 1977), Asunción Molinos Gordo, Carlos Aires, Mauricio Orduña (Ciudad de México, 1983), Emilio Chapela (Ciudad de México, 1978), Rosell Meseguer, Fernando García-Dory.

Artium, Centro-Museo Vasco de Arte Contemporáneo, presenta la exposición Cartografías Líquidas (Sala Sur, hasta el 11 de febrero de 2018). La muestra propone, a través de las obras de 12 artistas mexicanos y españoles, una revisión
transversal del presente a partir de los postulados del filósofo y sociólogo Zygmunt Bauman, creador del concepto de “modernidad líquida”. La exposición se articula mediante seis ejes temáticos para abordar cuestiones tan presentes como las fronteras, la sostenibilidad o la comunicación. Cartografías Líquidas es una producción conjunta del Museo Artium, el Museo Carrillo Gil (Ciudad de México) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, a través de su centro cultural en la capital mexicana, está comisariada por Blanca de la Torre, Paula Duarte y Carlos E. Palacios, y se presenta con ocasión del 40 aniversario de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos Mexicanos y el Estado Español, a través de su centro cultural en la capital mexicana.

El concepto de “modernidad líquida” fue acuñado y difundido por Zygmunt Bauman (Poznan, Polonia, 1925-Leeds, Reino Unido, 2017) como contraposición a la “modernidad sólida”. Para este sociólogo y filósofo, las certezas sólidas de la modernidad se han tornado líquidas en el presente, por su carácter “obsesivo y compulsivo, que se propulsa e intensifica a sí misma como resultado de la cual (…) ninguna de las etapas consecutivas de la vida social puede mantener su forma durante un tiempo prolongado”. En este proceso, el individuo debe integrase en una sociedad cada vez más global pero sin identidad fija, dependiente y obligado a una continua adaptación.

Bauman aplicó este concepto al análisis de muy diferentes cuestiones, desde el arte contemporáneo a las redes sociales en Internet. En el caso de la exposición Cartografías líquidas, los comisarios han establecido seis ejes “que son a su vez unas constelaciones temáticas fluidas, para abordar el diálogo entre los artistas españoles y mexicanos”: Frontera/Límites, Economía, Sostenibilidad, Historia/Archivo, Redes/Comunicación y Hábitat.

Aunque podría pensarse que en un mundo globalizado las fronteras y los límites deberían ser innecesarios, en realidad “estas barreras se restituyen políticamente, fortaleciéndose, restringiendo transitar, convivir y habitar”. En ese sentido, las obras de Asunción Molinos Gordo, El Fellah Ando Fes (El campesino tiene un azadón) y de Edgardo Aragón, Assignment (La encomienda), fijan el foco sobre la idea de frontera y límite. Otro de los problemas de la actual sociedad globalizada, analizado por Bauman, es el de la sostenibilidad, y en concreto el de la explotación desmedida de los recursos naturales frente a los deseos y necesidades de las sociedades locales afectadas. A este asunto hacen referencia las obras de Elena Lavellés, Patrón de disolución, y Mauricio Orduña, Combustível. Haiku: para Arto Linsay.

Por otro lado, el análisis de Zygmunt Bauman sobre el hábitat en el que se establecen las sociedades posmodernas revela que “se está volviendo global y está sometido a cambios constantes. Un hábitat plagado de tensiones sociales y existenciales”. Un mundo, sin embargo que para Bauman no tiene que ser de la forma que es, sino que existe una alternativa a lo que actualmente parece ser tan natural, tan obvio y tan inevitable. A esta cuestión se refieren las obras de Fernando García- Dory, Tierras raras, y Emilio Chapela, Es una catástrofe no encontrar terreno en común.

Es en los modos de comunicación actuales, especialmente los modos online, y el modelo de relaciones sociales que se ha derivado de ellos, con cambios enormemente veloces, donde la idea de modernidad líquida se hace especialmente palpable. Los trabajos de Ana Roldán, Strangers at Home, y Maider López, Línea de césped (Polder Cup), “representan de manera eficaz esa necesidad de interpretar y resignificar los sistemas en que vivimos en ese estado gaseoso de la sociedad del presente”.

Por otro lado, el carácter cambiante de las sociedades contemporáneas pone, según Bauman, en entredicho el alcance actual de la historia y en riesgo la pérdida de referencias sólidas. Dos artistas, una española y un mexicano, “han hecho e incluido sus obras para esta muestra desde el archivo y la historia: dos recursos para una estética de la tradición”. Se trata de Rosell Meseguer, autora de Ovni Archive, y de Morelos León Celis, con El oficio del adversario. Finalmente, el mundo de la economía está en el origen de las obras de Carlos Aires, El ojo que todo lo ve 30 euros 15 minutos, y de Miguel Fernández de Castro, Batuc. En ellas se vislumbra las ideas de Bauman de que la esfera de lo comercial lo impregna todo, de que las relaciones humanas se establecen en términos de coste-beneficio, y de que de todo ello se deriva la agudización de la marginalidad y el surgimiento de “desechos humanos”.

La presencia de estos doce artistas mexicanos y españoles en la exposición Cartografías Líquidas sirve para recordar que en 2017 se cumplen cuarenta años desde el re-establecimiento de relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos de México y el Estado Español. Al concluir la Guerra Civil, México suspendió cualquier contacto con la España de la dictadura de Franco al tiempo que acogió masivamente y dio protección a exilados republicanos. Las relaciones diplomáticas no se reanudaron hasta 1977, después de la muerte del dictador y el inicio de la Transición.

Esta exposición es la segunda parte del recorrido de este proyecto, que se inició en mayo de este año en el Museo Carrillo Gil de la capital mexicana.

Texto procedente del dossier de prensa de la exposición. 

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