Juntas (Ensemble)

Las pinturas, esculturas e instalaciones de Alicia Paz son los soportes de un pensamiento rizomático cuyo vortex ha sido alimentado de su experiencia personal. Nació y creció en México, antes de instalarse en Estados Unidos, en Francia y finalmente en Reino Unido. No es sorprendente que la artista explore las nociones de desplazamientos, territorios, genealogías, identidades, culturas, estéticas, mestizajes y representación. Estas temáticas se postulan y se despliegan en obras que han sido pensadas como fragmentos de un pensamiento plástico y crítico en perpetuo movimiento.

A partir de áreas culturales plurales, Alicia Paz emplea referencias que provienen del campo de las artes decorativas (tapicería, papeles de pared, platos de Delft, azulejos, joyería) así como de los libros de historia, los dibujos botánicos y hasta de la cartografía geográfica y marítima. Y pinta retratos de mujeres. ¿Quiénes son? Mujeres que cuentan para la artista. Mujeres que admira, que le han ayudado, que la inspiran o que la desconciertan. Son amigas, miembras de la familia, mujeres anónimas y mujeres célebres (mujeres políticas, científicas, poetizas, autoras, teóricas, militantes, cantantes, artistas…). De un retrato al siguiente encontramos a Nina Simone, Sor Juana Inés de la Cruz, Virginia Woolf, Marie Curie, Sonia Delaunay, Elvia Carrillo Puerto, Rosa Luxembourg, Angela Davis, Ana Mendieta, Billie Holiday, Olyme de Gouges, Phillis Wheatley, Rosario Castellanos, Mary Shelley, Anna Julia Cooper, Esperanza Brito, Audre Lorde, entre otras. Alicia Paz reúne mujeres que provienen de épocas, culturas, clases y geografías diferentes. Juntas (ensemble) son las actrices de su propia historia (herstory). Alicia Paz reúne las geografías, las temporalidades, las experiencias y las luchas de las protagonistas de sus pinturas dentro de un pensamiento plástico orgánico y situado. Lejos de una eterna representación patriarcal en donde las mujeres son cosificadas, sensuales, silenciosas y dóciles, aquí las mujeres se expresan activamente y reivindican una historia común.

Las obras, provenientes de series diferentes, son seductoras y movilizan un imaginario colectivo. Como resultado de intenciones plásticas fuertes, son al mismo tiempo portadoras de un proyecto político afirmado: el de visibilizar una historia transcultural, colectiva e íntima de las mujeres. En últimas, se trata de integrar los rostros, los nombres, los itinerarios y los discursos como parte de los múltiples capítulos de una historia que sufre de amnesia.

Texto de Julie Crenn, co-curadora de la exposición

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