Ubuntu, un rêve lucide
Esta exposición es una invitación a explorar el Ubuntu, un espacio que nuestros imaginarios y conocimientos frecuentan poco. De compleja traducción a las lenguas occidentales, el significado de este término, procedente de las lenguas bantúes del sur de África, conjuga las nociones de humanidad, colectividad y hospitalidad, por lo que puede interpretarse así: «Yo soy porque nosotros somos».
La exigencia de «una humanidad en la reciprocidad», a la que convoca el pensamiento Ubuntu, es una de las contribuciones principales de las poco conocidas filosofías africanas. En sus dimensiones filosóficas y espirituales, esta noción puede considerarse como una de las raras características de las sociedades africanas que han sobrevivido a los seiscientos años de esclavitud, colonialismo e imperialismo de todo tipo que han desestabilizado las sociedades y socavado los marcos tradicionales de transmisión del conocimiento. Arraigado en muchas lenguas y culturas africanas, el pensamiento Ubuntu permanece activo en la concepción del lugar del individuo en su comunidad, pero también en los vínculos entre los pueblos, estructurando una conciencia y una visión del mundo en la interdependencia de la relación.
Esta noción irrigó el ideario de los movimientos de liberación de las experiencias africanas poscoloniales de los años 60, alimentando, por ejemplo, las aspiraciones de construcción de un socialismo africano o la idea de un panafricanismo político. Dicho ideario aflora en las producciones literarias y poéticas contemporáneas del continente y de sus diásporas, desde Aimé Césaire hasta Vumbi-Yoka Mudimbé, Edouard Glissant, Alain Mabanckou, Yanick Lahens o Léonora Miano, por citar sólo algunos de los numerosos autores francófonos. En el ámbito de la música, Fela Kuti y Mariam Makeba siguen siendo portavoces legendarios de esta idea de unidad en el encuentro. Dado que Ubuntu simboliza el vínculo entre todas las personas, fue utilizado y ampliamente popularizado por Nelson Mandela para representar un ideal de sociedad opuesto a la segregación durante el Apartheid y luego para promover la reconciliación nacional en Sudáfrica.
Pero las realidades contemporáneas también ponen de manifiesto que el espíritu de Ubuntu se está viendo socavado por los fracasos políticos, los conflictos sangrientos y la violencia, especialmente contra las comunidades LGBTQI+ y las mujeres. Con todo, la filosofía del Ubuntu vuelve a ser reivindicada actualmente por intelectuales, activistas y productores en todos los ámbitos de la creación contemporánea a través de dinámicas nuevas de reagrupación de pensamientos e imaginarios que atraviesan todos los continentes. En un mundo que se ha vuelto incierto, en el que se pierde el rumbo, replegado en tensiones identitarias y plagado de violencias, este pensamiento filosófico no es una idealidad abstracta. El Ubuntu, o la cuestión de «hacer juntos a la humanidad y humanizar el mundo», según la expresión del filósofo Souleymane Bachir Diagne, se plantea con fuerza y está en el centro de las reivindicaciones y debates sociales, políticos, económicos, culturales y ecológicos.
La exposición pretende dar testimonio de estas dinámicas de recomposición del mundo, poblado de sueños lúcidos, y reúne el trabajo de una veintena de artistas cuyas obras resuenan con la filosofía Ubuntu y buscan acercarse a este pensamiento de acción y relación como recurso, espacio de invención, ficción o mediación del mundo real.
Traducción de Guillermo Vargas Quisoboni