Lucía Pizzani. Ritos, semillas y refugio

Cecilia Brunson Projects se complace en presentar la tercera exposición individual de Lucía Pizzani (1975, Caracas). El trabajo de Pizzani, basado en la investigación, se nutre de sus estudios de biología de la conservación y su participación en el movimiento ecologista de Venezuela, y se centra en las narrativas entrelazadas de la historia natural y la historia humana. En esta exposición inmersiva, Pizzani presenta obras recientemente comisionadas y concebidas específicamente para el lugar, que contienen en su composición material historias de migración entre especies: de plantas y sus productos, de prácticas culturales y de la propia migración de la artista de Venezuela a Londres.

Nos complace compartir estos nuevos avances en la práctica de Pizzani antes de la publicación de su primera monografía a finales de este año, editada por Natalia Valencia Arango y con contribuciones de Nicolas Bourriaud, Jesus Torrivilla, Lisa Le Feuvre y Lucia Pietroiusti.

Pizzani presenta nuevas obras de cerámica, entre ellas sus esculturas Flora Totems, realizadas en Rochester Square, Londres. Lugares de convergencia cultural, estas obras están realizadas en arcilla inglesa y engobe blanco, y llevan impresas plantas como el maíz y el eucalipto, ya que Pizzani invoca las historias de la flora tanto autóctona como importada de Sudamérica. Estas esculturas antropomórficas con aspecto de guardianes que vigilan el espacio de la galería reflejan la tendencia de Pizzani a identificar imágenes espirituales en las formas naturales, explorando conceptos de interconectividad entre los mundos vegetal y animal.

Fuera, en el patio de la galería, entre muros de hiedra y rosales, una instalación mural de esculturas de arcilla da cobijo a plantas tropicales, inspiradas en la memoria de la artista cuando era una niña en los verdes valles de Caracas, cerca de la costa caribeña de Venezuela. Los sonidos de los polinizadores de estas plantas llenan el espacio expositivo, con un paisaje sonoro producido por Ezequiel Pizzani que incorpora el viento, el batir de alas de los colibríes y el zumbido de las abejas.

La exposición también incluye una serie de collages realizados con papel Amate, fabricado a partir de las fibras tejidas de la corteza de los árboles. Los ejemplos más antiguos que existen de este material son los códices mesoamericanos -manuscritos que contienen crónicas, rituales y registros astrológicos de estas civilizaciones-, aunque la mayoría de los artefactos fueron destruidos y la producción de papel amate prohibida por los conquistadores españoles. En la actualidad es un importante producto cultural de exportación que representa la continuidad de las culturas indígenas de México y es sinónimo de pérdida, resistencia y transmutación de las culturas autóctonas y de las especies vegetales que les son inherentes y que forman parte integral de la narración y preservación de sus historias. A través de su preocupación por las historias materiales y la creación de imágenes talismánicas y espirituales, Pizzani promueve una noción de la naturaleza como refugio al tiempo que da testimonio de las historias de la humanidad.