Teresa Margolles. Un nuevo trabajo (A new work)
No hace mucho tiempo, los colombianos huyeron a Venezuela y a otros lugares para evitar la escalada de violencia e inseguridad asociada a la guerra contra las drogas y a los grupos guerrilleros de su país. Hoy son los venezolanos los que han estado huyendo hasta llegar a Colombia. Con una hiperinflación económica y una política gubernamental represiva, Venezuela se enfrenta a una crisis de escasez de alimentos y de salud, entre muchos otros desafíos que impiden el bienestar y la seguridad social. Diariamente, cientos de venezolanos cruzan la frontera de San Antonio de Táchira en Venezuela hacia la ciudad de San José de Cúcuta, Colombia. Ellos van en busca de oportunidades de trabajo o simplemente para encontrar seguridad. Por lo general, consiguen realizar trabajos esporádicos o trabajos manuales para comprar bienes básicos como alimentos y medicinas.
Trayecto – Fase 1. La entrega. Fase 2. A través. Fase 3. Inclusión, es una nueva obra de Teresa Margolles, que se desarrolla tras el trabajo de campo de la artista en esta región fronteriza. Ha viajado allí en tres ocasiones, la primera en 2017 por invitación de la Bienal Sur en Colombia. Durante su estadía en Cúcuta, Margolles trabajó en los sitios y sobre el tema de migración forzada. En una de sus acciones, contrató a venezolanos para que llevaran piedras al otro lado del río que divide geopolíticamente la frontera; en otra acción, los contrató para que tejieran sus historias en telas impregnadas de la tierra del lugar. Durante estos intercambios, se remuneraba el trabajo manual, siendo siempre acompañado de conversaciones y documentación con el artista.
En Witte de With, la exposición Un nuevo trabajo de Teresa Margolles se resume en una simple acción: los seis ventanales del espacio de la galería se manchan, en lugar de limpiarse, con camisas manchadas por la tierra y el sudor de los más de cien venezolanos que Margolles contrató en Cúcuta. Esta performance en la galería se realiza durante el primer mes de la exposición; durante este período, las camisas utilizadas se van encajonando progresivamente en una serie de bloques de cemento, fabricados in situ. Las iniciales de los nombres de cada trabajador contratado se graban en cada elemento escultórico. Juntos, estos elementos forman progresivamente una instalación en el espacio aludiendo a la dinámica espacial establecida por los pasos fronterizos de esa región. También se incluye en las galerías un retrato de uno de los participantes de la acción de Margolles en Cúcuta.
Un nuevo trabajo de Teresa Margolles es el resultado del compromiso profundo y duradero de la artista con las víctimas de crímenes violentos en lugares donde, para ella, la reparación de un tejido social desgarrado requiere atención y cuidado. En obras anteriores de Margolles, como su instalación In the Air (2003) y su exposición What Else We Could We Talk About? (2009), la artista ha utilizado materiales como paños y agua para limpiar los cuerpos de las víctimas o los lugares donde ha habido violencia. En otras obras, como Lote Bravo (2005), extrae tierra del suelo donde se encontraron víctimas de feminicidio para crear sus instalaciones escultóricas.
Esta última es una de las numerosas obras que la artista ha realizado en y sobre Ciudad Juárez en México, una ciudad limítrofe con Estados Unidos y que acogió a numerosos migrantes del sur del país como mano de obra en las nuevas industrias que se instalaron desde principios de la década de 1990. Sin embargo, la ciudad sufrió significativamente los efectos de la guerra contra las drogas en las últimas décadas. Al igual que con Lote Bravo, Un nuevo trabajo de Teresa Margolles surge del trabajo de campo en una región fronteriza donde el desplazamiento social y la precariedad son latentes. Estas obras se fundan en una visión de la escultura en la que se otorga una forma de «ser» a hechos que carecen de testimonios.
Traducción de Guillermo Vargas Quisoboni a partir del comunicado de prensa