Assemblage #16 Mach 1

Mach 1 es un proyecto sobre los momentos en que todo puede acelerarse, sobre el cosmos y los agujeros negros, sobre el corazón cuando enloquece, sobre el sonido que se hace visible durante el estallido supersónico, cuando la velocidad de la vida supera a la del sonido. Es lo que percibimos justo antes de que suceda. Hay instalaciones en el límite de la magia negra, incursiones en lo irreal, sobrevuelos de territorios desconocidos. Las artistas de Mach 1 desarrollan planos, experimentan con obras de persuasión, diseñan tácticas y crean nuevos mundos situados entre la realidad, la ciencia y el arte. Esta exposición cruza la velocidad del sonido con la de la demostración hic et nunc, un momento fulgurante que late en el corazón de cada obra y que ilumina las estrellas.

Julie Dalmon trabaja sobre el repertorio de las fuerzas de la guerra. Algunas de sus obras anteriores se intitulan «cuchillo, lanza, carnero, rayo, barrera de seguridad, cautiverio y plan de evasión». En esta exposición propone una obra compuesta y afilada pintada en negro mate, una aparición fortuita que cuelga en el muro y ocupa un lugar que hasta entonces no se le había atribuido en el cielo, es un halcón nocturno clavado. Nombrada Halcón Nocturno, esta obra se infiltra en territorio extranjero gracias a sus múltiples facetas. La segunda pieza proviene del origen de la vida, un relámpago hecho de huesos de avestruz y grafito tallado. El grafito es una especie mineral que, junto con el diamante, es uno de los alótropos naturales del carbono, una facultad de la materia para existir en muchas formas.

Julie Navarro trabaja combinando ideas para crear sensaciones visuales. Tuvo la ocasión de fotografiar un objeto volador no identificado que volaba sobre la campaña francesa. A pesar de la niebla matutina, la artista logró capturar el vuelo efímero de una masa impactante y fantasmal. En realidad, se trataba de un fenómeno físico poco común que coincidió con un viaje en tren del cual hizo una película y que asoció a esta aparición. Otra visión igualmente poética de su obra es el cuadro «Diamante negro», un diamante negro que vive como un ojo gigante en el espacio, así como Rihanna en su canción «Diamonds» también lo vio: «So shine bright tonight, You and I, Eye to eye, So alive, We-re beautiful like diamonds in the sky».

Daniela Zúñiga es ingeniera en mecánica de la energía, se interesa en el funcionamiento del cosmos, del mundo, pero también del corazón. En la exposición muestra las pulsaciones de su corazón, una especie de pulsar íntimo. Pulsar es una estrella de neutrones que rotan rápidamente sobre sí mismos y emite ondas de radio a intervalos regulares. Es lo que queda de una estrella supermasiva después de su explosión en hipernova, supernova o nova. Los pulsaciones sonoras del cosmos se han sincronizado con imágenes de su corazón.

El ciclo de pulsaciones se encuentra en otra pieza fabricada con una impresora 3D y proyectada en el espacio expositivo, una rueda como un trompo que proyecta el mantra del corazón de la artista hacia el universo unido.