Diango Hernández, Marina
La galería Barbara Thumm se place de presentar Marina, la segunda exposición individual con trabajos del artista cubano Diango Hernández (*1970, Sancti Spiritus, Cuba).
Una isla es una unidad fija. A diferencia de los Estados-nación continentales, no requiere de ninguna definición territorial, estando aislada por naturaleza del resto del mundo a través del mar. En consecuencia, las únicas fronteras reales que posee provienen de los elementos, mientras que las fronteras políticas se basan en sistemas inventados, y exigen un equilibrio entre innumerables mecanismos culturales para sostenerse. Por el contrario, la clara unidad geográfica de un territorio engendra una situación concéntrica en la que la identidad cultural depende menos de los límites periféricos o de la constante diferenciación entre el Ser y el supuesto Otro y más de la unidad coherente entre su propia cultura y su heterogeneidad interna. Por lo demás, esta separación entre la isla y el mundo crea la idea de un lugar paradisíaco de libertad, dentro de cuyos límites fácilmente reconocibles se hace posible soñar y realizar una utopía. Al mismo tiempo, crea inevitablemente un anhelo de confraternización con el resto del mundo.
En Marina, Diango Hernández toma como referencia su tierra natal Cuba como punto de partida de sus exploraciones artísticas. Aunque obviamente no se trata de presentar información puramente factual, ni de analizar estructuras sociales o condiciones políticas. Por el contrario, la exposición debe ser entendida como una aproximación artística de las cuestiones multifacéticas relacionadas con el concepto intercultural de la identidad.
A través de los motivos utilizados en la exposición, la oscilación entre referencias concretas y factores abstractos se hace evidente, multiplicándose para formar una imagen global tan abierta como poética. El título de la exposición, Marina, alude al proyecto de traducir una situación marítima en el espacio expositivo, al mismo tiempo que evoca al puerto como ese lugar que permite al mismo tiempo regresar al hogar o partir en viaje en busca de otros sueños. El friso, que está compuesto de muchas imágenes de olas, está modelado sobre un horizonte oceánico, creando una experiencia física en el espacio de exposición que refleja el mencionado aislamiento del estado caribeño. Además, las olas son un motivo que aparece una y otra vez en la obra de Diango Hernández. El artista utiliza palabras de los discursos de Fidel Castro, como Aplausos, Revolución y Cuba, que reverberan en la sala, disolviéndose en la pureza de la abstracción pictórica y en la ausencia de distinciones. Por el contrario, el fruto adherido al candelabro se convierte en sinónimo del vinculo con el mundo occidental, de su libertad de circular como mercancía en la economía de libre mercado, y al mismo tiempo de su valor icónico como publicidad sobre la dulzura de la vida en los trópicos. Tanto la ventana como los bancos están directamente vinculados a la arquitectura en la capital cubana de La Habana. La ventana, que siempre ha simbolizado la mirada desde un espacio cerrado hacia afuera, se basa en la forma de las ventanas del apartamento del artista. Los colores también son los mismos, pero no sólo allí: son colores estándar que se pueden encontrar en todos los rincones de la isla. Los bancos se basan en asientos que se encuentran en el Capitolio de La Habana. Evocan la relación ambivalente entre Cuba y los Estados Unidos de América de este edificio, que irónicamente se inspira en el Capitolio de Washington. En contraste con el mobiliario original hecho de madera pesada, el diseño alternativo de Hernández hace que los bancos parecieran estar realmente destinados a la playa. Esto no sólo es sugerido por los colores pastel, aplicados en pinceladas rápidas, sino sobre todo por la arena blanca, sobre la cual los visitantes pueden sentarse para imaginarse en una isla caribeña.
En la actualidad, el trabajo de Diango Hernández puede ser visto en su exposición individual Beach. A Longing en K21 – Kunstsammlung NRW en Düsseldorf. El 21 de mayo se inaugurará la exposición individual Theoretical Beach en el Museo Morsbroich de Leverkusen. Además de esto, sus obras también pueden ser vistas en varias exposiciones colectivas, incluyendo Wir nennen es Ludwig en el Museo Ludwig en Colonia (apertura el 26 de agosto).
Texto y curaduría: Anna Czerlitzki
Traducción de Guillermo Vargas Quisoboni para Lupita.