Dreaming Awake. Dominique Gonzalez-Foerster, Luiz Zerbini y Daniel Steegmann Mangrané

Dreaming Awake presenta una selva tropical deconstruida en varias facetas. La exposición analiza la experiencia del contacto con potentes fuerzas externas. La naturaleza salvaje del Amazonas, húmedo, sofocante, pegajoso, turbador, imponente, la forma más invasiva en la que un paisaje puede imponerse sobre nosotros. Una vez que estás dentro, no hay escapatoria. La presión del lugar es tan poderosa e hipnótica que conduce a un estado de ensoñación.

Este proyecto inmersivo ha sido desarrollado por la curadora brasileña Luiza Mello y por el director de Marres, Valentijn Byvanck, en colaboración con los artistas Dominique Gonzalez-Foerster, Daniel Steegmann Mangrané y Luiz Zerbini. Dreaming Awake forma parte de la serie de exposiciones en Marres en las que se utiliza la totalidad del edificio para presentar una obra de arte global. De esta serie forman parte proyectos anteriores como Levi van Veluw: The Relativity of Matter (2015) y The Painted Bird (2017).

La jungla como un mundo de ensueño

Es difícil hablar de la jungla sin aludir a clichés como el exotismo o la ecología. La jungla es rica, exuberante, abundante, regeneradora, la fuente de la vida, materia prima de rituales, y el corazón de la oscuridad. La selva es también uno de los últimos vestigios de la naturaleza salvaje, vulnerable, amenazada por la constante intervención humana.

El vocabulario que utilizamos en relación a la jungla da testimonio de la potencia que tiene en nuestra imaginación. Ha sido así desde hace siglos. La relación entre lo dominado y lo salvaje, entre lo humano y la naturaleza, entre la explotación y el mundo poético. Infinita fuente de descubrimientos. La jungla es sustancia de los sueños, no solo en nuestra fecunda imaginación, sino también en los rituales y tradiciones de las gentes que viven en ella.

El mito del bosque salvaje y del Jardín del Edén

La exposición Dreaming Awake trata de llevar al visitante a sentir de manera profunda las diversas capas de las que se compone la naturaleza. Invita a los visitantes a embarcarse en un viaje en el que sus sentidos se abren a una experiencia en la que sus sentimientos más profundos y las sensaciones exteriores se funden. El visitante se sumerge en los misterios que plantean el bosque salvaje y el Jardín del Edén, reflejando simultáneamente el deseo por intervenir e integrase en la naturaleza. Las visiones del bosque tropical de los artistas Dominique González-Foerster, Daniel Steegmann Mangrané y Luiz Zerbini se presentan por partes, que terminan superponiéndose unas sobre otras a través del recorrido de los visitantes por el espacio de exposición.

El recorrido de la exposición se organiza como si se tratara del ciclo del sueño, que comienza con la relajación, para pasar después al sueño profundo, hasta llegar a un estado de escasa actividad cerebral, en la que suceden los sueños. Cuando el visitante traspasa las puertas de Marres y deja atrás la ciudad, comienza un recorrido que lo lleva por un entorno de plantas y árboles recreado en un invernadero situado en la planta baja. La segunda parte permite al cuerpo del visitante el desplazamiento y el contacto con el fenómeno de la lluvia tropical a través del sonido. En la tercera parte, el bosque se revela a veces preservado en toda su riqueza de colores y sonidos, a veces reducido a un ambiente en blanco y negro. Las imágenes reales y virtuales se complementan las unas con la otras y proporcionan nuevas perspectivas a esta narración.

Dreaming Awake presenta la naturaleza como catalizadora y conductora de la memoria y de la imaginación. Las diferentes facetas de la jungla propuestas por los artistas provocan sensaciones que llevan al visitante de su mundo interior al exterior. Al final del recorrido, los visitantes vuelven al principio del viaje, el fantástico bosque del onírico paisajista Luiz Zerbini. Esta vuelta hace eco a los ciclos de la naturaleza que se renuevan constantemente. Alterada, arrasada, simbólica y representada a través de toda la historia de la humanidad, la selva sigue siendo un recurso inagotable, y por esta razón una fuente de sueños, incluyendo los que experimentamos cuando estamos despiertos.

Luiz Zerbini. Naturaleza espiritual da realidade

Luiz Zerbini pinta a partir de su percepción ultrasensible del mundo. El artista ha pasado gran parte de su vida en el mar, y la otra en el Jardín Botánico de Río de Janeiro, entre paisajes urbanos y paisajes tropicales, conectando con la naturaleza y con la cultura con la misma intensidad. Su trabajo revela su fascinación por las plantas, por las piedras y por los animales, así como por los colores metálicos de la ciudad, de las experiencias vividas, las fantasías y los delirios. Hace algunos años, Zerbini comenzó a mostrar sus trabajos en curso. Creó mesas-mundo compuestas de elementos que el artista colecta en sus paseos y en sus viajes, utilizándolos en sus pinturas: arena, bambú, mariposas, hojas, corales, ladrillos, etc.

En Dreaming Awake, el artista va más allá y propone una experiencia en la que el visitante puede sentir físicamente la densidad de la naturaleza. El bajo de Marres se transforma en un bosque-jardín compuesto de plantas que el artista ha pintado, plantas que están por pintar, especies elegidas una por una para formar parte de una estructura colorida que tiene mucho que ver con obras anteriores del artista. Naturaleza espiritual da realidade, es una casi-pintura viva en la que la humedad, el color, el olor de la tierra mojada, la descomposición de las hojas afecta y  maravilla por la multiplicidad de colores y de formas que el artista ha dispuesto cuidadosamente en el espacio.

Dominique Gonzalez-Foerster. Promenade 2

Subiendo las escaleras, el visitante descubre nuevos estratos de este bosque de ensueño. En Promenade 2, presentada aquí en una versión específica para Marres, la artista francesa Dominique Gonzalez-Foerster nos invita a abstraernos del mundo exterior y a experimentar el sonido de una tormenta tropical. El espacio está vacío, para focalizar la atención del visitante enteramente en el ambiente de sonido. El cuerpo del visitante es animado a moverse y a dejarse llevar libremente por las sensaciones que provoca la tormenta. Promenade 2 es una banda sonora que estimula la emergencia de visiones, recuerdos y sueños.

Daniel Steegmann Mangrané. Phanton & Spiral Forest

El artista catalán Daniel Steegman Mangrané se interesa por las relaciones entre las formas orgánicas y geométricas, la naturaleza y la cultura. En la tercera parte de la exposición, presenta dos obras realizadas en el bosque tropical del Sudeste de Brasil, el Bosque Atlántico, uno de los ecosistemas del mundo que más rápido está desapareciendo. El film Spiral Forest fue realizado por un cardán hecho a medida (un aparato con bisagras, parecido a un giroscopio en el que un objeto puede rotar 360º sin perder su verticalidad) activado por el motor de una cámara de 16mm. Cuando la cámara se enciende y comienza a filmar, el cardán rota en sus tres ejes, llevando el proceso de filmación al mismo tiempo que realiza movimientos conectados. El cuerpo del espectador gira y gira en la espiral contínua de Spiral Forest y es proyectado en ella, ingresando en el flujo de la imagen en movimiento.

La segunda obra, Phantom, es un ambiente de realidad virtual en el que los visitantes, utilizando un Oculus Rift, entran y se mueven por un bosque recreado en blanco y negro. A través del simple hecho de ponerlo en un aparato tecnológico, el cuerpo desaparece y es transportado al interior del bosque. Cuando mira a los lados, ve las relaciones entre los árboles, y las múltiples especies del Bosque Atlántico. El cuerpo invisible se mueve en esta casi perfecta representación de la realidad a través de la tecnología, experimentando físicamente la disolución del mundo.

Texto procedente del dossier de prensa de la exposición. Traducido por Cristina Blanco.

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