Fluidités : l’humain qui vient
Fluidez: el ser humano que vendrá
La exposición que se celebra en Le Fresnoy en el invierno de 2020 tiene por objeto mostrar los sistemas de representación que se refieren al estado del mundo o que prefiguran el de mañana; o cómo los artistas contribuyen a comprender los problemas que están en juego cuando consideramos el futuro de la humanidad. En el marco de la exposición, los días 28 y 29 de abril se celebrará el simposio «L’humain qui vient».
La especulación sobre el futuro siempre ha estado guiada por perspectivas tanto utópicas como distópicas. Si se observa la situación mundial actual, se podría sostener que necesitamos paradigmas totalmente nuevos para concebir el futuro de manera positiva, dado que la humanidad se enfrenta a un gran número de crisis significativas.
Comprender el mundo a escala global es un desafío inmenso, en una época en la que el flujo y la velocidad de la información aumentan constantemente. Quizás la fusión de referencias culturales ha hecho que la conciencia humana también haya evolucionado. La noción de autoridad se ha generalizado y cada uno puede asociar libremente referencias culturales o de género para conformar y remodelar su propia identidad a voluntad. Además, la humanidad se inclina cada vez más por explorar la comunicación entre las especies, incluyendo todas las formas de vida. La noción de vida, tal como la entendemos hasta ahora, también está siendo cuestionada, si se tiene en cuenta que los organismos percibidos como inertes en realidad tienen una evolución muy lenta. ¿Hasta qué punto podríamos hablar de un resurgimiento del animismo, esta vez como un concepto – y no como un sistema de creencias, incluso como un medio para entender el universo? Imaginar el ser humano que vendrá no es concebible únlamente sobre la base de especulaciones puramente científicas y factuales: pensar en el futuro también depende de las fantasías y de la relación muy ambivalente de la humanidad con la tecnología, sin mencionar los efectos de los intereses económicos o políticos.
Texto de Benjamin Weil traducido por Lupita
Imágenes de prensa cortesía de Le Fresnoy