Giro gráfico. Como en el muro la hiedra
Giro gráfico. Como en el muro la hiedra es fruto de un largo proceso de investigación colectiva llevada a cabo por la Red de Conceptualismos del Sur en colaboración con el Museo Reina Sofía. La exposición propone un recorrido por las iniciativas gráficas que, desde la década de 1960 y hasta la actualidad, han confrontado contextos de urgencias políticamente opresivos en América Latina, articulando estrategias de transformación y de resistencia que cambiaron radicalmente los modos de hacer, su forma de establecer vínculos intersubjetivos, de construir comunidades e, incluso, la propia circulación de los soportes gráficos.
Con el objetivo de indagar en cómo estos procedimientos colectivos visibilizaron las diferentes demandas sociales, la exposición reúne una amplia selección de esos materiales y consignas de rápida y eficaz circulación fuera del campo del arte, de diversas procedencias y latitudes, que tienen en común tanto la precariedad de los componentes y de los medios, como su potencial gráfico y de distribución que los activa como revulsivos revolucionarios. En este sentido, movimientos pro derechos indígenas, luchas por la memoria de las víctimas de las dictaduras en Chile, Argentina, Perú o Uruguay, activismos queer o feminismos, se entrecruzan y se alzan como productores de carteles y pancartas, camisetas, intervenciones en el espacio urbano, performances o acciones callejeras, que conforman un complejo conjunto de experiencias atravesadas por lazos de solidaridad, afinidad e influencia entre los diversos países tratados. Así, la muestra entiende la noción de gráfica en un sentido expandido y la idea de giro como revuelta, desafío al poder e inversión de lo dado. Desde espacios de conversación, consultivos y deliberativos se atiende a los vínculos entre arte y política impulsados por colectivos —tales como AIDA, Alvorada, Cromoactivismo, Fugitivas del Desierto, Iconoclasistas, La Voz de la Mujer, entre otros— y artistas, a veces reconocidos como Julio Le Parc o Luis Felipe Noé, y otras veces anónimos, muestra inexorable de la manifestación popular.
Anteriormente, esta línea de investigación colaborativa mostró sus resultados en la exposición Perder la forma humana. Una imagen sísmica de los años ochenta en América Latina, celebrada del 26 octubre de 2012 al 11 de marzo de 2013, así como en la serie de talleres que formaron parte del programa Estallidos gráficos de 2020, en el Museo Reina Sofía.
Los casos de estudio analizados en esta ocasión, dentro y fuera del continente americano, evidencian la amplia variedad de herramientas de acción gráfica que conectan modos de reivindicación y disidencia a nivel internacional. En curso o recientes, estos procesos miran hacia otros movimientos de las décadas precedentes de los que se nutren, como si fuesen episodios interconectados. Este diálogo pretende encontrar no solo coincidencias o afinidades entre ciclos históricos sino también tensiones, latencias y transformaciones en las prácticas gráficas.
Frente a los materiales gráficos de la vanguardia asociados a la idea de socialización del arte, el presente da cuenta de la redefinición del arte gráfico desde la práctica política, mediante estrategias de agencia que comprenden su inserción en circuitos ideológicos, la generación de relatos contrahegemónicos y decoloniales, la transformación del espacio público, el uso de diversas temporalidades —la inmediatez de la protesta callejera y el tiempo dilatado de la elaboración de un tejido o un bordado— así como su capacidad para generar comunidades de resistencia colectiva que traspasan fronteras geopolíticas, sociales e institucionales.
Como en el muro la hiedra hace referencia a un verso de la canción “Volver a los diecisiete” de la cantautora chilena Violeta Parra, que ha inspirado esta investigación. La gráfica crece en los muros y, como la hiedra, siempre vuelve a brotar porque, en este tiempo cíclico, las cosas no pasaron, siguen pasando, atravesando y conmoviendo.