Julieta Aranda. The Organ: As the Ground Becomes Exposed

Cada idioma tiene su propia idea sobre lo que constituye una palabra. En inglés, «mustard» es una palabra pero «moutarde» no. En francés es al contrario. La interacción entre palabras en un crucigrama encriptado nos ofrece un interesante desajuste entre el lenguaje y la imagen. Imaginen una bacteria que vive a temperaturas bajo cero en un glaciar del Ártico. Científicos de la zona norte de Canadá han recogido y cultivado cerca de 200 microbios, recreando su hábitat original para descubrir cuál de ellos resistía a las condiciones más extremas. Entre ellos encontraron una cepa de la Planococcus halocryophilus, que habita en las pequeñas vetas del agua salada de los glaciares del Ártico. La bacteria puede supuestamente crecer en estas condiciones y sobrevivir  a temperaturas por debajo de los 25ºC. Oh! El asombroso hecho de que esta bacteria pueda sobrevivir a tales temperaturas, nos hace pensar la posibilidad de que cepas similares (vivas o muertas) existan en lugares que presentan las mismas condiciones como Marte o en Enceladus, una de las lunas de Saturno. Contenidas en cámaras congeladas en el Antártico y en Greenland –de la misma manera que las palabras se contienen en un crucigrama– un mundo perdido de criaturas antiguas espera una oportunidad en la vida. The Organ: As The Ground Becomes Exposed (El Órgano: Cómo el suelo se convierte en exposición) es una pieza completamente nueva producida por Julieta Aranda para Der TANK, funciona como una cápsula del tiempo de un pasado lejano. Es un receptáculo de palabras de la misma manera que las hojas de hielo polar son un receptáculo para una bacteria. El trabajo ofrece una mirada encriptada sobre la vida de millones de organismos microscópicos que pueden haber estado congelados mucho más tiempo de lo que los humanos llevamos en este planeta, esperando a que las condiciones cambiasen para estar en libertad. La instalación de Aranda en Der TANK se basa en su extensa investigación sobre las relaciones que el arte instaura con la vida, la experiencia, el tiempo y la información a muchos niveles. Está relacionada también con los seminarios dirigidos por Filipa Ramos y Chus Martínez. Este nuevo trabajo comisionado abre un nuevo campo a científicos y artistas para explorar estas relaciones y su papel fundamental en las prácticas artísticas actuales.

Para esta instalación presentada en Der TANK, Aranda ha realizado una especie de «órgano» completamente nuevo que nos permite imaginar el futuro de la escultura y de la percepción, al mismo tiempo que percibimos con fuerza las relaciones que el arte establece con cuestiones que nos rodean a diario.

El programa de exposiciones de Der TANK intenta hacernos reflexionar sobre ciertas cuestiones. Hemos visto como el arte se convertía en proveedor de experiencias variadas, que no tienen relación con su función. En Der TANK, intentamos dar la vuelta a esa idea, y consideramos al arte y a las obras de arte no como proveedoras de ciertas sensaciones y experiencias, sino como órganos que se han desarrollado históricamente y que realmente nos sienten y sienten el mundo.

Comisaria: Chus Martínez

Asistida por Eveline Wüthrich

Texto procedente del dossier de prensa de la exposición, traducido del inglés por Cristina Blanco.

Enlaces de interés: