Marlon de Azambuja. Cuerpo presente

Un cuerpo es aquello que tiene una extensión limitada, que ocupa un espacio determinado y que se relaciona con otras superficies que también podríamos llamar cuerpo. Existen muchos tipos y, por tanto, son múltiples los espacios transformados por ellos. Preguntarnos por la condición de cada uno en una situación de ocupación espacial es la clave de esta propuesta que nos lleva al planteamiento de la duda, no al de la respuesta. El Tanque es tratado como una forma continua, un lugar que define y hace existir las relaciones que ocurren en él; el silencio toma cuerpo, se dilata, recorre el entorno y crea un nuevo territorio. La modificación de los horizontes perceptivos genera puntos de incertidumbre donde el plano subjetivo es múltiple.

Cuerpo presente es una acción y una videocreación del artista Marlon de Azambuja (Brasil, 1978), un experimento cercano al site specific, una obra situada contextualmente, que traslada la potencia de la pieza a la experiencia corporal. El artista dota de cuerpo a la vibración, mediante una presencia nueva que atraviesa el espacio finito. A partir de un entorno artificial dotado de una atmósfera aparentemente blanda, se expanden los límites visuales a través del movimiento. Cuerpo presente es un cuerpo amplificado -una atmósfera de levedad y flotación- que el espectador atraviesa casi sin referentes espaciales.

Los elementos sutiles de la arquitectura se acentúan a través de la contraposición entre lo vegetal y lo industrial y componen un ambiente opaco y misterioso, atravesando el silencio con sonidos contundentes deslocalizados que recorren el cilindro del Tanque como si fuera una fuerza hecha sustancia. Se trata de una pieza en la que el espectador entra y se relaciona con su propio tránsito en un entorno limitado, que se transforma en un paisaje expandido. En esta experiencia, las sensaciones pueden reconstruirse e intensificarse, es decir cuerpo y sonido amplían los límites de la perspectiva.

Este proyecto responde a la preocupación del artista por los espacios y la arquitectura, entendiendo la intervención como un diálogo que acciona el lugar y lo reposiciona a través de la introducción de singularidades: la luz, la vegetación, el sonido y el espesor del aire son elementos de reverberación plástica que distorsionan el peso físico, el horizonte y la temporalidad. Tres variantes que se dilatan a través del gesto de un cuerpo común, un cuerpo esparcido por todo el espacio, de manera que se desarrolla simultáneamente en todas las cabezas. Una pérdida de los límites del yo.

Cuerpo presente se crea en la línea de proyectos site specific desarrollados con anterioridad como: Air and Light and Time and Space (2016) en el Espacio Odeón (Bogotá), Herencia (2016) en el Museo Patio Herreriano (Valladolid) y Potencial escultórico (2009) en Matadero Madrid, todas ellas propuestas realizadas específicamente para el espacio que las acogía y que muestran la relación que el artista establece con la arquitectura. Este tipo de intervenciones parten de la experiencia corporal directa con el espacio, de la generación de otros focos de atención y de la simplicidad del gesto. Los significados opuestos son un elemento esencial de este proyecto concreto, en el que el oxímoron “un silencio atronador” describe una forma de resolver y construir una experiencia a partir de los elementos más sencillos para abrazar el espacio Cultural El Tanque.

El artista generará una única acción el día de la inauguración que completa la experiencia propuesta por Cuerpo presente.

Curado por Dalia de la Rosa.

Texto procedente del dossier de prensa de la exposición.

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