Susana Pilar, Jardinera

Después de participar en Cuba Mi Amor en 2017, pero también en diversas exposiciones en instituciones internacionales, tales como: Un chino de paso por Venecia, camino a Cuba en ICI Venice – Instituto Cultural Internacional durante la 57 Bienal de Venecia; ¿Soy Cuba? en La Palazzina dei Bagni Misteriosi en Milán; Kunst x Kuba en el Ludwig Forum en Aix-La-Chapelle en Alemania y Ola Cuba! para la última edición de lille3000, la artista retorna a los Molinos con la exposición Jardinera.

Diversas preocupaciones animan el trabajo de Susana Pilar. Preocupaciones que la artista no pretende simplemente presentar o criticar, pero que busca resolver a través de los medios del arte y de la ciencia. La acción es su instrumento privilegiado. A menudo se expresa a través de formas dibujadas en su cuerpo, un cuerpo «conejillo de indias», que se ofrece para esfuerzos inverosímiles para intentar resolver y dar cuenta de fenómenos naturales y sociales. Por estas razones la mayoría de las obras de Susana Pilar toman la forma de performances. La artista circunscribe su campo de acción: a la manera de una jardinera, delimita una zona de tierra donde es necesario actuar, quitar las raices ou limpiar, con instrumentos toscos e incisivos.

Para hablar de lo universal, Susana Pilar parte de lo íntimo, para trabajar sobre el jardín de la historia, comienza con una pequeña flor, para hablar del ser humano, parte de la mujer y de sus propias experiencias. Susana Pilar se interesa en el jardín de la historia y dirige su mirada hacia situaciones de desarraigo y de violencia, tratando de labrar nuevas perspectivas para quienes han tenido que vivir la experiencia de una destrucción brutal de su naturaleza. Una flor no puede defenderse, gritar o atacar y sin embargo la vida la recorre y su duración de tiempo dependerá de los imprevistos de la naturaleza y de la voluntad del jardinero. Cuando la naturaleza, como la historia, puede tornarse violenta e insensible, el jardinero interviene para darle un sentido a lo que sobrevive y a lo que muere en el jardín que le ha sido confiado. Particularmente en la obra El escándalo de lo real heterologuos artificial insémination, este límite se pierde cuando la Jardinera intenta intervenir sobre el curso de la naturaleza y se dispone a sembrar un grano de vida, un grano que sin embargo proviene del cuerpo de un difunto.

La muerte es un tema recurrente, evocado también en la serie fotográfica Anexión oculta a partir del concepto de accidente. Para Susana Pilar, el accidente no es una interrupción entre dos eventos complementarios, sino al contrario una articulación que los une de manera orgánica. Entre la verdad científica y la necesidad orgánica, la muerte no introduce límite ni ruptura. Íntima e universal, es la medida rítmica de la temporalidad de las realidades ocultas que la artista busca estudiar.

Jardinera continúa en una isla preciosa, La Reunión, que hace parte del territorio francés desde 1642. Está ubicada en el océano Índico, a 700 kilómetros de Madagascar y a 9386 kilómetros de París. La isla estuvo inhabitada hasta el siglo XVI, cuando se volvió propiedad francesa y fue ocupada por colonos y esclavos durante siglos. El video Kont pa sï bato mon frèr pou sot la rivièr recrea un performance realizado en 2011 en esta isla. El espejo que la artista sostiene durante una hora refleja, captura e interpreta de manera simultánea. Este gesto cuestiona las interaciones que ocurren en la isla en la actualidad, y las apropiaciones recíprocas entre grupos culturales.

La exposición se termina con Llave maestra, fotografías que presentan la artista que empuña un machete metáfora de la independencia cubana. Símbolo de la tierra y de poder, el objeto se convierte en esta imagen en un instrumento de defensa para sobrevivir a las difíciles condiciones de vida de varios cubanos.

Ecléctica en la producción de sus obras, Susana Pilar le da cuerpo a sus trabajos performativos a través de la fotografía, el video y las instalaciones. Del 9 al 11 de noviembre de 2018, también presenta en la feria AKAA en Carreau du Temple en París la obra monumental Sans titre (Sin título), de la serie Lo que contaba la abuela. Posteriormente participa en el Programa de residencias artísticas en la fondación MACC, Museo d’arte contemporanea di Calasetta, bajo la dirección de Efisio Carbone.

Imágenes de la exposición