The First Impressions of the Year 2018 (During the early days of the year 2017)

«Este proyecto funciona como un escenario para representar una situación abstracta sobre la percepción del futuro en el tiempo presente, utilizando el espacio de la galería y sus límites como un contenedor en el que el futuro, en un sentido metafórico, permanecerá durante toda la exposición. La exposición es un evento de ficción que opera con la introducción de obras creadas específicamente para cada lugar y que se asemejan a cajas de resonancia que reflejan tanto las cualidades físicas del lugar como la luz que entra desde el exterior para producir una atmósfera particular. El espacio y el tiempo chocan en una experiencia fenomenológica durante las horas de apertura, mientras que el presente, el año 2017, está al otro lado de las paredes, en las habitaciones adyacentes y fuera del edificio de la Secesión»

Gabriel Sierra

Concebida especialmente para la Secesión, la instalación de Gabriel Sierra surge de sus reflexiones filosóficas sobre el espacio y el tiempo, su preocupación por la idea del tiempo presente y por el momento en que el visitante —como espectador— entra en la galería para ver el espectáculo. A medida que ha desarrollado su instalación, Sierra ha trabajado cuidadosamente en el sitio, en las salas de abajo del edificio.

El título escogido por Sierra para la exposición, Primeras impresiones del año 2018 (durante los primeros días del año 2017), define el cuadro de la exposición como una «situación abstracta» y como lugar de la imaginación. Al entrar en la galería, se invita a los visitantes a imaginar que dan un paso hacia el futuro, aunque la escena permanezca anclada en el presente del año 2017. A nivel visual, la construcción se apoya en la dirección especial de la luz. El presente está intensamente iluminado y es claramente visible; en contraste, la zona de exposición está inmersa en una oscuridad relativa. Solo la luz que entra desde el exterior define los contornos del espacio y los misteriosos objetos que han sido instalados en él. Cuanto más tiempo los visitantes permanecen en las salas, sus ojos se adaptan mejor a la penumbra, y los elementos de la exposición emergen a la vista con mayor claridad.

Podría considerarse que son «Dioramas del futuro»: construcciones gigantescas cuya caprichosa falta de cualquier función reconocible las hace enigmáticas a primera vista. En la mente del artista, son elementos abstractos de una futura exposición que esperan ser puestos en servicio en su función designada para la muestra. A todo lo largo de los muros se encuentran cajas de gran tamaño, cuyas dimensiones y altura están hechas a la medida de la arquitectura de la galería. Al principio, parece que camuflan completamente el edificio, pero una observación minuciosa revela que los elementos, suspendidos a 6 pulgadas por encima del suelo, enfatizan su arquitectura y sus rasgos característicos, especialmente la característica bóveda acanalada y los grandes nichos de los muros. Una de las intenciones del artista era hacer que los visitantes vieran la sala tal cual es, así que empezó derribando todas las estructuras de yeso que habían sido instaladas en el espacio para exponer el «esqueleto» de la galería. Sierra también descubrió las ventanas de las salas del sótano, que generalmente están cubiertas. Estas ventanas y una sola puerta de cristal son las únicas fuentes de luz en la exposición, y producen una iluminación atmosférica que cambia drásticamente dependiendo de la cantidad de luz natural que entra, transformando así los ambientes de las salas de exposición.

La subjetividad de la percepción y del recuerdo, el juego entre visibilidad e invisibilidad, la implicación de todos los sentidos, pero también un compromiso crítico con las reglas y las convenciones del mundo del arte, son elementos constitutivos de la práctica de Sierra. Todos ellos han sido articulados en la exposición a través de intervenciones —a veces muy sutiles— que podrían pasar desapercibidas para muchos visitantes si no fuera por la lista de obras disponible en la entrada. Algunas piezas serán percibidas únicamente por visitantes que lleguen a la galería en ciertos momentos del día: durante cortos períodos de tiempo será encendida una vela perfumada de la marca Open Window (Sin título [Ventana abierta], 2014-2017). Su fragancia es una discreta respuesta ante el descubrimiento de las ventanas que suelen estar cubiertas en la galería.

Gabriel Sierra, nacido en 1975 en San Juan Nepomuceno, Bolívar (Colombia), vive y trabaja en Bogotá. El programa de la exposición ha sido concebido por el consejo de la institución.

Curaduría: Bettina Spörr (una visita a la exposición con su curadora está prevista el 8 de marzo de 2017).

Texto del informe de prensa traducido por Guillermo Vargas Quisoboni para Lupita

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