Une mer de petites flammes

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos. El mundo es eso -revelóUn montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende

Eduardo Galeano (1989, El libro de los abrazos)

Hace un siglo, en 1924, se celebró en París la primera exposición de arte latinoamericano (1). Eran los años de entreguerras, más de 300 artistas latinoamericanos habían llegado a la Ciudad de la Luz y las primeras comunidades habían surgido del frenesí de los locos años veinte. La mayoría de estos artistas se encontraban por primera vez en la vida cotidiana: frecuentaban academias de arte privadas, compartían talleres, organizaban y participaban en sus propias exposiciones, conversaban en los cafés y las terrazas parisinas… Relegados a la categoría de «otros», sometidos a una identidad recientemente descubierta que les había sido impuesta y de la que París se había convertido en capital (2), los artistas latinoamericanos navegaban por la escena francesa intentando liberarse o, por el contrario, apaciguando las expectativas estereotipadamente exóticas del público europeo.

¿Qué queda de la presencia latinoamericana en París? ¿Puede existir hoy en día una comunidad artística latinoamericana? ¿Y bajo qué forma?

Para intentar responder a estas preguntas, la exposición se centra en la figura y la obra literaria de Eduardo Galeano, uno de los grandes escritores sobre la realidad latinoamericana, cuyo Libro de las Abrazos (1989), aún poco conocido, es un testimonio de su originalísima experimentación estilística. Lejos de estar hilvanado, como suele ocurrir en otras obras del autor, por un discurso continuo de principio a fin, el libro está compuesto por párrafos cortos y dispersos, sin apenas hilo conductor entre uno y otro. Se trata más bien de ideas y reflexiones sobre temas diversos que van desde los problemas metafísicos del ser, el mundo y el lenguaje, hasta los sueños y recuerdos personales del autor. A imagen de una historia latinoamericana percibida como una «realidad inconexa, rota, fragmentada » (3), Galeano emplea la fragmentación, no como renuncia a la totalidad, sino como intento de crear una conciencia plural, plurívoca (4). La exposición se hace eco de esta singular construcción literaria al no imponer ningún marco temático previo y rehuir cualquier deseo de homogeneizar la identidad para celebrar la diversidad de identidades que coexisten en París. Una comunidad puede existir sin negar la individualidad de sus miembros.

Como sugiere su título, El libro de los abrazos está poblado de microrrelatos sobre la proximidad física y emocional entre los individuos y, más ampliamente, sobre «la noción amorosa de colectividad» (5). Galeano denuncia el estrecho vínculo entre el capitalismo y la consiguiente desarticulación y debilitamiento de los valores comunitarios. En su opinión, «el individualismo es el gran dinamizador del mercado» (6) mientras que «la comunidad es la tradición más antigua de América, la más americana de todas» (7). Volviendo a este origen, la exposición es el resultado de un proceso colectivo desencadenado por la invitación del comisario a un primer artista, que posteriormente convocó a un homólogo cercano, y así sucesivamente.

El conjunto heterogéneo de obras presentadas en esta ocasión no pretende ofrecer un comentario didáctico sobre los temas tan frecuentemente asociados al arte latinoamericano, como la militancia política, la mitología o el imaginario precolombino, la inmigración o el exilio, sino revelar la existencia de una red construida sobre la durabilidad y la solidez de la amistad y el amor. A través del uso de signos y fragmentos, de la semántica y de una paleta reducida, la exposición se centra en la narración personal, así como en el análisis y la observación del entorno inmediato, ensalzado líricamente y transfigurado después en una propuesta poética por el artista.

La exposición se construye a imagen del mundo concebido por Galeano, en el que los artistas, pequeñas llamas únicas, se han prendido fuego con un intenso deseo, esperando que el espectador se acerque y se prenda fuego a su vez.

Notas

  1. Fue la primera exposición de arte «latinoamericano» celebrada en el Museo Galliera. Antes de 1924, como explica Michele Greet en su artículo «Occupying Paris: The First Survey Exhibition of Latin American Art», las exposiciones se habían centrado en artistas individuales o en tendencias nacionales. Nacía así un nuevo modelo expositivo que presentaba artistas de diversos países de la región latinoamericana, haciendo hincapié en la procedencia geopolítica de las obras en detrimento de su coherencia estilística. Esto planteó la cuestión de la existencia o posibilidad de una «estética latinoamericana» distinta de la del arte europeo.
  2. Greet se refiere en particular al entusiasmo del intelectual brasileño Pedro Osorio, quien, no sin segundas intenciones políticas, propuso que París se convirtiera en la capital cultural de América Latina, un terreno fértil en el que floreciera un «cerebro latinoamericano» compartido por todos los miembros de la comunidad artística.
  3. Galeano, Eduardo citado en González, José Ramón, « La estrategia del fragmento : El Libro de los Abrazos de Eduardo Galeano », Castilla: Estudios De Literatura, n° 23, 1998, p. 106
  4. Ibid.
  5. De Assis Augusto, Ailton Magela & Zimbrão Da Silva, Teresinha Vânia, « Gestos amorosos en la escritura de Eduardo Galeano », VI Congreso Internacional De Literatura, Estética Y Teología, El Amado En El Amante : Figuras, Textos Y Estilos Del Amor Hecho Historia, 17-19, Mayo 2016
  6. Galeano, Eduardo citado en Prádanos, Luis, « Ecocrítica Y Epistemología Subalterna En Eduardo Galeano », Revista Canadiense De Estudios Hispánicos, 2012, p. 344
  7. Ibid.