Drawing Room Confessions #10
- Autor: Alexandre da Cunha.
- Editorial: Les presses du réel
- Lugar de publicación: Dijon
- Año de publicación: 2015
- ISBN: 978-88-6749-152-0
- Sitio Web
El artista brasileño se presta al juego de las «confidencias de peluquería».
(…) Me encanta cuando la gente me pregunta: «¿Qué clase de arte haces? Lo primero que todos piensan es que la escultura está asociada a alguien que esculpe. Existe la idea de un escultor clásico, alguien que transforma materiales. Yo no transformo casi nada, pero siempre existe la intención de transformar. Básicamente, reúno las cosas existentes y hago que la gente las vea de otra manera. Tal vez a través de la asociación, como has mencionado, o quizás dándoles un carácter, una personalidad, como si realmente fueran personajes, individuos, casi como personas. Creo que mi trabajo es casi siempre figurativo, y esta es la mayor transformación. Al menos esta es la mayor aspiración que tengo para una obra: tratar de transformar un vidrio ordinario que todo el mundo utiliza en un vidrio que se convierte en un personaje (…)
Confesiones en el salón es una serie de libros impresos que siguen la tradición del cuestionario de Proust, los juegos de mesa de los surrealistas, etc. Cada libro está compuesto de palabras y diálogos, sin imágenes. Seis secciones distintas (El Egoísta, El Ciego, Dos al Tango, Ekphrasis, Time Line y La Madeleine) constituyen las Reglas del Juego, que rigen todas las publicaciones. El único cambio de un tema a otro concierne a los jugadores – el artista, o las personalidades de varios campos que hablan con él.
Alexandre da Cunha (nacido en 1969 en Río de Janeiro, vive y trabaja en Londres) es un artista atípico que trabaja en el campo de la escultura modernista. Transformando los significados del uso de los objetos cotidianos, el artista los redefine en obras de arte al insertarlos en el espacio expositivo. De este acto de apropiación surgen extrañas tensiones que revelan plenamente las paradojas del arte contemporáneo. En la obra de da Cunha, el acto creativo es el resultado de una lectura cruzada del movimiento neoconcreto brasileño y de una arquitectura modernista llena de contradicciones, como la de las ciudades brasileñas, de las que Río de Janeiro es el parangón.