Bernardo Oyarzún. Werken. Pabellón de Chile en la 57ª Bienal de Venecia

Mil máscaras de madera rodeadas de casi siete mil apellidos mapuche que se proyectan y circulan en luces led en una sala oscura. Así es el pabellón que representa a Chile en la 57º Bienal de Arte de Venecia, y corresponde a la obra de Bernardo Oyarzún, bajo la curaduría del también artista y ex ministro de Cultura paraguayo, Ticio Escobar.

El proyecto de Oyarzún contará con una impresionante instalación de 1000 máscaras mapuche, tradicionalmente utilizadas en ceremonias, ubicadas en el centro de la sala y formando un área que ocupará aproximadamente 10 x 11 metros. Las paredes de la sala contarán con señales de desplazamiento LED rojas que mostrarán 6.907 apellidos Mapuche.

La obra de Oyarzún a menudo combina elementos antropológicos, sociales e históricos para presentar una crítica de la cultura y la sociedad chilenas, e instala la problemática indígena en la Bienal de Venecia, una temática pocas veces abordada desde la interpelación del arte contemporáneo en este tipo de eventos.

El curador, Ticio Escobar, es un académico, crítico de arte y promotor cultural, además de ex ministro de cultura de su país. En 1979, con el objetivo de promover la diversidad cultural de la región latinoamericana, participó de la fundación del Centro de Artes Visuales, entidad de la cual se desempeña como director, en Paraguay.

Con respecto a la elección del proyecto, Ticio Escobar señaló: “Me interesó proponer la obra de Bernardo Oyarzún, a quien considero uno de los nombres más sólidos del arte contemporáneo de Chile, porque me permite trabajar contenidos históricos y políticos potentes sin descuidar la dimensión estética y poética de la obra. La cuestión indígena, que me preocupa y me ocupa desde hace décadas me permite adentrarme en problemas centrales de la realidad de América Latina desde la perspectiva del arte”.

Las máscaras fueron realizadas una a una por cuarenta artesanos mapuches que habitan en distintas comunidades en el sur de Chile, a partir de una relación directa que estableció el artista con cada uno de ellos.

Para Bernardo Oyarzún, «la máscara es un juego de representación, y cada gesto es significativo. Estos son como las máscaras del teatro griego: algunos tienen expresiones fuertes y otros más suaves. Son teatrales. Este proyecto creará un diálogo que dependerá de cada espectador. Los espectadores sentirán el peso del imaginario fantasmagórico».

El proceso de selección de este proyecto se llevó a cabo mediante un llamado a concurso público del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes que por primera vez se abrió a curadores chilenos y latinoamericanos para presentar proyectos que representen a nuestro país en la Bienal de Venecia 2017, de donde resultó ganadora la propuesta de la dupla Escobar-Oyarzún.

El proyecto de Bernardo Oyarzún y Ticio Escobar fue elegido entre cerca de 20 postulaciones y contó con un jurado conformado por el teórico y curador mexicano, Cuachtémoc Medina, curador en jefe MUAC (Museo Universitario Arte Contemporáneo UNAM) y Manifesta 9; Ivo Mesquita, curador y crítico de arte brasileño, curador de la 28ª Bienal de São Paulo; Monica Bengoa, artista y académica chilena, participante de la Bienal de Venecia 2007; Gonzalo Díaz, Premio Nacional de Artes Plásticas, artista y académico chileno, participante de la Bienal de Venecia 2005; Nelly Richard, teórica, curadora del Pabellón Chileno en la Bienal de Venecia 2015; Emilio Lamarca, diplomático, gerente de arte, responsable del primer pabellón de Chile en la Bienal de Venecia y Gaspar Galáz, artista, académico y teórico.

La participación de Chile en la 57ª Exposición Internacional de Arte de Venecia depende del Consejo Nacional de Cultura y de las Artes de Chile y es organizada en colaboración con el Ministerio de Relaciones Exteriores a través de la Dirección de Asuntos Culturales (DIRAC) y la Fundación Imagen de Chile.

Texto procedente del comunicado de prensa de la exposición.

Vistas de la instalación:

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